viernes, 8 de enero de 2016

“Lo personal es político” Carol Hanisch

Quizá, de todo lo que me ha ido dejando huella, lo que más me ha influido en la manera de entender el mundo y los seres que habitan en él ha sido la siguiente frase: “lo personal es político”. Dichosa la frase de Carol Hanisch que hizo estallar mis ideas sobre cómo debería ser la sociedad contra mis actos más cotidianos e íntimos. Por eso muchas feministas decimos “cómo el feminismo nos jodió la vida”, porque una vez lo sientes no hay vuelta atrás. Desde entonces mi cerebro, mis ojos, mis oídos, incluso mi corazón, tienen un filtro. Filtro que analiza y detecta opresiones de diversos tipos: especistas, machistas, sexistas, tánsfobas, lésbofas, racistas, xenófobas, capacitistas y un largo etcétera. Y lo detecta en las personas, en los medios de comunicación, en los libros, en las señales, en el lenguaje verbal y en el no verbal, en los cánones, en los cuentos infantiles, en las conductas y, como no podía ser de otra manera, en mí misma. Al feminismo radical le debo desde esa reflexión que mis actos empezasen a corresponderse con mis ideas, y viceversa.

Una vez entiendes que las opresiones también están en y sobre ti, comprendes que las hay en cada una de las franjas del círculo concéntrico de Bronfenbrenner.  Las hay en la casa y las hay en el mundo; las hay en la familia y las hay en la estructura social; las hay en los roles y las hay en las leyes. No se salva nada.

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